Mamá cumplió 50 años, y creo que es el momento perfecto para hablar de ella.
Mi mamá es, sin duda, mi mejor amiga. Para mí, es como uno de esos personajes mágicos de los cuentos, que, solo con estar cerca, hacen que todo sea más sencillo. Aunque todos los días me dice que me ama, nuestra relación no es menos compleja que la de cualquier madre e hija. Posiblemente me regañe a diario, pero luego es la primera en aplaudirme cuando nadie esta. Puede que, algún día, quiera ser como mamá.
Mi mamá —o mejor dicho, Angela— me ha enseñado mucho más que las lecciones típicas que uno espera. Ella estudió derecho, pero la vida le negó el diploma; aun así, su caso más importante ha sido la defensa de su propia historia. A lo largo de los años, se cruzó con personas que no siempre fueron justas con ella, pero, en lugar de condenarlas, eligió el camino del perdón. No necesita un título para ser quien es, sus lecciones valen más que cualquier diploma, porque nacen del corazón.
Angela, además de ser una sabia aprendiz en el arte de vivir, es una maestra en apreciar la vida. A veces la veo como una niña, con miedo a la incertidumbre o a la oscuridad, y eso la hace aún más cercana, más humana. Siempre ha sido honesta al expresar sus emociones, sin miedo a mostrarse vulnerable. Y eso es algo que admiro profundamente de ella. Su paciencia parece no tener fin, y, cuando algo le interesa, dedica su limitado tiempo a convertirse en casi una experta. De ella heredé la capacidad de tener múltiples pasiones y una curiosidad insaciable que nos mantiene alejadas de lo común.
No puedo agradecerte por todo sin mencionar a mi hermana y a mi papá. Gracias por formar esta familia tan imperfecta y maravillosa. Por darnos un hogar donde siempre podemos ser nosotros mismos, sin máscaras. Un lugar donde podemos reír, desesperarnos, molestarnos y amarnos a nuestra manera.
Mi mamá. Angela. Mi mejor amiga. Está viviendo esta vida por primera vez, y tuvimos la suerte de encontrarnos como madre e hija. No importa cómo o dónde, siempre existiré contigo, incluso en próximas vidas. Siempre te buscaré, hasta encontrarte. Para amarte, para cuidarte cuando te caigas, cuando te rompan el corazón, y tal vez hasta para cocinarte, aunque nunca lo haga tan bien como tú.
Mamá, Angela. Te amo con el alma, porque el corazón, como el tiempo, se acaba. Pero el alma es eterna. Espero que tengamos al menos 50 años más juntas, para que pueda seguir metiéndome en tu cama a ver las series y películas más raras que encontremos, y para que sigas regañándome por lo mal que combino mi ropa.
Pero, sobre todo, en estos próximos 50 años, espero que te elijas a ti misma.
Que bueno e importante es tener una madre activamente presente. Yo creo que no hay forma de no repetir tu relación con tu madre, en todas las demás relaciones. Y que bueno que tu madre sea tan buena porque eso habla inequívocamente que vos también lo sos. Saludos.
Que bonito, como mamá te aseguro que la forma en la que ves a tu madre es la que todas anhelamos🍃